En la segunda mitad del siglo XVI, donde hoy día está el parque, había una ermita dedicada a San Sebastián. Más tarde, junto a ésta, se fundó el Convento de San Agustín, pasando la ermita a ser la iglesia de ese convento, donde se veneraba al patrón de la villa, San Sebastián.

El 9 de octubre de 1680 se produjo un terremoto que produjo el derrumbe la Capilla Mayor de la Iglesia de San Sebastián. Tras el terremoto, la Capilla se reconstruye y, con el paso del tiempo, lo que era el Convento se derrumba en 1887.

Así, este hermoso Parque se construyó sobre los restos del Convento de los Agustinos (s. XVI), tomando de ahí su nombre y, hoy día se encuentra adornado por jardines y un conjunto de frondosos y centenarios Estoraques. En el centro del mismo se encuentra un obelisco, en  homenaje a los fallecidos en la Guerra Civil Española.