PINTOR PALOMO Y ANAYA
En este mismo lugar, estuvo la casa del insigne pintor D. Antonio Palomo y Anaya (1865-1941).
Primero de seis hermanos, consiguió que el Ayuntamiento le becara para la Escuela de Bellas Artes de Málaga. Director de la Escuela de Bellas Artes de Coín desde 1885 hasta 1887, consigue una pensión para cursar estudios en Madrid.
Ya en 1887 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con dos cuadros: ‘’Revelación’’ y ‘’En la tienda asilo’’. En 1890 participó con ‘’Procesión de la Santa Reliquia’’, con un éxito unánime. En 1892 le llega su Primera Mención Honorífica y en 1895 la segunda Medalla, con ‘’El tránsito de la Virgen’’. La primera sería para D. Joaquín Sorolla.
De él dice Pío Baroja: ”el pintor Palomo era un malagueño, creo de Álora, tipo de moro: alto, flaco, con una barba negrísima, muy aficionado a las mistificaciones”.
Aquejado de una grave enfermedad, a principios de este siglo regresa a Coín, a su casa de la Alameda. Aquí pinta “El muro de las lamentaciones”, donde retrató a familiares y conocidos.
Además de sus dolencias, dos acontecimientos lo abaten emocionalmente, la muerte de su hermano D. José Palomo y Anaya en 1910, también ilustre pintor, y la muerte de su hermano el doctor D. Rafael Palomo y Anaya, en 1919.
Su pintura es de trazo delicado y elegante, de fácil dibujo, sobriedad en el color y de peso en la composición. Sin duda uno de los grandes maestros de la Escuela Malagueña de Pintura y de los grandes pintores del siglo XIX español.