En el centro de esta plaza, que tiene entrada por cuatro calles distintas, observamos una pequeña torre que hace la función de capilla callejera y hornacina.

La hornacina existía en una de las viviendas aledañas a la plaza y tras su desaparición, en el S. XIX, fue sustituida por esta torre. Alberga un crucifijo y una fuente de mármol blanco del año 1933, originalmente situada en la Plaza de Santa María. La torre está coronada con cuatro pináculos en forma de huevo y tejadillo con azulejos cerámicos, culminando con una cruz cerámica que imita la madera sin tratar. En esta plaza se ubicó el ya desaparecido hospital de San Andrés.

No es ésta la única hornacina que existe en Coín, a lo largo de todo el centro nos encontramos alrededor de quince con distintas imágenes. Son simplemente huecos, generalmente en forma de arco, que se suelen dejar en el grueso de la pared maestra de las construcciones con el fin de colocar imágenes religiosas.